lunes, 22 de marzo de 2010

ARRIBA LOS CORAZONES

¡Arriba los Corazones!
Olga Chávez Gutiérrez


¡Arriba los corazones! Ese es el llamado del día perteneciente al presidente de Chile Don Sebastián Piñera Echeñique. ¡Porque vienen tiempos mejores!
Sin duda tenemos coraje los hombres y mujeres de esta patria, azotada por los caprichos de la naturaleza y nuestra loca geografía.
Por cierto los corazones se mantienen en alto aunque la desgracia nos azote. Más aún cuando todos confiamos que vendrán tiempos mejores. Que así sea será sin duda alguna, no solo la responsabilidad de un nuevo gobierno, sino la misión de cada uno de los habitantes de este Chile grande y generoso.
Desde el más humilde hombre o mujer en las grandes urbes o en el más recóndito lugar de nuestra patria, hasta el más prominente ciudadano, sintieron el mismo dolor por la tragedia del 27 de febrero.
Pero en la desgracia el corazón humano se sincera, se reconoce en su infinita pequeñez, y se iguala y engrandece para elevarse en un gesto genuino de solidaridad y esperanza.
¡Que vienen tiempos mejores! Qué duda cabe. Si estamos unidos como hermanos, como verdaderos hermanos, qué duda cabe.
Puro Chile es tu cielo azulado/ Puras brisas te cruzan también/ y tu campo de flores bordado/ es la copia feliz del edén.
Esa primera estrofa de nuestro himno nacional, no sólo es poesía, más bien es profecía. Nuestra loca geografía nos permite tener un cielo azulado, limpio de toxinas contaminantes gracias a las brisas que atraviesan nuestro territorio; mantener los campos bordados de flores, gracias al esfuerzo de los millones de hombres y mujeres que hacen producir la tierra nuestra madre sabia y amante fiel de todos sus hijos, nos permite disfrutar “aquí” del edén.
¡Arriba los corazones! Y cómo no, si nos amamos los unos a los otros. Si los que estamos vivos, tuvimos una oportunidad de reconocer errores, de enmendar rumbos, de olvidar las diferencias, de ser todos un solo cuerpo luchando por los más débiles, por los indefensos, por aquellos que lo perdieron todo incluso la vida de sus seres queridos, por aquellos hermanos nuestros que salvaron sus vidas para ser mejores personas, mejores seres humanos, agradecidos y solidarios.
¡Que vienen tiempos mejores! Por cierto que vendrán. Porque el cuerpo y el alma de Chile unido se agiganta. Porque el abrazo emocionado de una “mujer grande” que dirigió los destinos de la patria por cuatro años, se hizo uno con el abrazo de un hombre que tuvo un sueño grande: convertirse en Presidente de la nación.
Por eso, hoy que damos la bienvenida al nuevo presidente de Chile sentimos como mujeres, que el abrazo de la saliente presidenta Michele Bachelet, al cierre de la campaña solidaria del teatro teletón, fue sincero y lleno de fe y esperanza, en las capacidades y talentos de un hombre que sabrá valorar, conservar y mejorar el fruto de su respetable trabajo y entrega personal.
Esa es la dimensión de las cosas, de los actos y las obras que deben perdurar como ejemplo de unión, solidaridad y hermandad.
Me siento orgullosa de los hombres y mujeres de mi patria que entregan el alma en su quehacer, por eso digo, porque vienen tiempos mejores: ¡Arriba los corazones!

11 de marzo 2010

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